jueves, 30 de marzo de 2023

La Rana Sorda | Reflexiones con Porfirio Vargas



La rana sorda “Fábula oriental motivadora” Este era un grupo de pequeñas ranas que atravesaban juntas un bosque. Pero de pronto, dos de ellas cayeron en un hoyo muy profundo. El resto de ranas, se asomaron para mirar rodeando el agujero. Rápidamente se dieron cuenta de que el agujero era muy profundo. Las dos ranas que habían caído no paraban de saltar pero por más que trataban no podían alcanzar la orilla. Las ranas comenzaron a cuchichear entre sí. Todas estaban de acuerdo en que este sería el fin de sus compañeras. Así que comenzaron a gritarle a las ranas que no podrían salir de allí. ¡Dejadlo, no lo conseguiréis! - gritaban las ranas desde la orilla. Pero las dos ranas continuaban saltando sin parar, ignorando los gritos de sus compañeras, que no dejaban de decirlas que iban a morir igualmente a pesar de sus esfuerzos. - ¡No lo intenten más! - gritaban las ranas - ¡No lo van a conseguir! Gritaron tanto, que al final una de las dos ranas que saltaba sin parar se dio por vencida y decidió parar. Se dejó caer al suelo sin más, y murió. Sin embargo, la otra rana continuó saltando, a pesar del agotamiento. Cada vez saltaba más alto, cada vez con más fuerza. Mientras las demás compañeras gritaban mucho más para que dejara de saltar. - ¡Deja de sufrir ya! - le gritaban una y otra vez. Pero la rana saltaba más y más. Hasta que de pronto, en uno de sus saltos logró salir del agujero. Cuando salió Ella pensó que sus compañeras le estaban animando todo el rato, fijándose en los gestos que hacían. Y les agradeció de todo corazón el haberle ofrecido todo su aliento. En realidad, la rana era sorda y le era imposible escuchar los gritos negativos de las demás. FIN Moraleja: Una palabra de aliento tiene más poder del que imaginas. Dedica palabras positivas y motivadoras a quien lo necesita y le estarás ayudando a conseguir su objetivo. Sin embargo, una palabra destructiva a alguien que esta pasando por un mal momento puede ser lo único que se necesite para hundirlo más.